martes, febrero 07, 2006

Calma...




Venir a casa siempre significa para mí bajar las revoluciones. Tal vez sea el hecho de estar fuera de Santiago nomás, pero en realidad creo que es más que eso... una sensación de sentirse acompañado, y verdaderamente de vacaciones, a pesar de los favores que hay que hacer a



veces y de a ratos sentirse como "el niño de los mandados". Ahora ni siquiera eso me molesta mucho la verdad... desconectarse del vértigo es algo que hace rato no experimentaba... y es rico... aunque me cague de calor igual que en Stgo (acá hay una brisa fresca que no hay allá, en todo caso).

Es todo más lento... los autos, la gente... igual ya no conozco tantas personas como cuando vivía aquí, hay personas que se fueron, y otras que simplemente no ví nunca más... Así como hay personas que siempre están, a pesar de los cambios, de los tiempos y destiempos, y de los años...



Ahora todo es el sol, la brisa, el cielo, la luna creciente gigante tocando los cerros!!! (y amarilla como un queso)... los helados de canela del Olmedo, los atardeceres de mil colores, los gatos chicos del verano, los reencuentros en la calle, cuando la única intención era comprar el pan o un kilo de limones...

Qué más puedo decir... una paz que no se veía venir hace dos semanas... Nos vemos en marzo