Septiembre

Este mes tiene siempre para mí una carga emocional intensa, en parte porque en él está mi cumpleaños, y junto con él, el replanteo y cuestionamiento de lo que estoy haciendo, de mis planes, de lo que quiero para mi año, de los cambios, de los deseos... estos últimos dos años, además, han sido septiembres de despedidas, de muertes que por una u otra razón han remecido muchos esquemas de las cosas que uno considera como ciertas, como parte del mapa familiar, como parte de "lo que es".

Y es extraño cuando la realidad muestra una cara tan disímil a lo que uno estaba acostumbrado, aparecen preguntas difíciles de responder, aparecen sensaciones y escalofríos que no abandonan facilmente el cuerpo.

También esta es una fecha que me restriega mucho mis (no) opciones políticas, mi permamencia al margen de los grupos, mi constante mirar desde lejos, mi lugar no-lugar en términos de las acciones.

No puedo dejar de lado que es una fecha de celebración, una fecha en que se templa el ambiente, el clima se hace más cálido, hay muchas celebraciones, mucha fiesta, volantines, niños jugando, Ovalle -con sus consiguientes reencuentros-, las calles, el sol, las caminatas y, algunas veces, las playas de la cuarta región.

Por estos días septiembre también va a ser una fecha de descanso, considerando mis escasas vacaciones de este año, que están pasando la cuenta tanto en términos físicos como emocionales.

Septiembre también es un mes de nuevos bríos, nuevos impulsos para terminar lo que se ha empezado... "tomar vuelito" para terminar el año con ánimo y con las metas cumplidas...

En resumen, septiembre es un mes de empezar y terminar... pero más que nada, de empezar... Y espero que estos sean buenos comienzos.