
Desde el principio Steve mostró su habilidad con la guitarra, sorprendiéndome gratamente por los instrumentos que lo acompañaban, violines, bajo, batería y una segunda guitarra que ya la quisieran muchos grupos como primera. Los "diálogos" entre instrumentos muy bien logrados, y una excelente ejecución por parte del maestro, a quien se le nota la escuela y a quien se le perdona la pose de divo sólo porque, en realidad, después de escucharlo, ese tipo de detalles pasan a segundo plano.
Quedé con ganas de escuchar más y el concierto se me hizo muy corto, a pesar de que duró más de dos horas... El cierre... For the love of God... magistral.
Sin duda, otro concierto memorable de este 2007...
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