
La tarea pendiente... y todavía no se me ocurre cómo... tal vez no se trate de unas "ocurrencias" o de "pensar" lo que pasó... puede que necesite tiempo... justamente ahora que todo anda tan rápido, y siento que los tiempos se me desgranan en las manos... como puñados de arena, como segundos del tiempo...
La impaciencia es la peor enemiga de los procesos, por lo que me he dado cuenta... lo mejor, conocerse. Y me ha costado suturar, poner límites, pensar, y sobre todo, perdonar, aceptar las humanidades, las de otros, la mía.
Estoy acostumbrada a sacar conclusiones apresuradas, a darle un tono tristón a lo que escribo, a ser demandante en mis relaciones, a esperar más allá de lo posible... Tal vez debí dedicarme a otra cosa, pero no a algo más relegado, sino a algo más jugado, aunque en realidad, no se me ocurre alguna cosa en la que me ponga más en juego, que la psicología... Y es que siendo como soy, es imposible que no me lo tome en serio. Pero también me da miedo que ese "serio" se transforme en "rígido", sobre todo porque me sostengo en el convencimiento de que todo lo que se dice "terapéutico" es per se creativo...
Me gustan los puntos suspensivos porque no te dejan caer de una idea a otra como los sacos de papas. Estaba pensando eso ahora que estaba tratando concientemente de no ocuparlos tantos... en fin, me desvié del tema... Hacerse cargo, para no rigidizarse, para no caer en formulitas doradas y en falsas panaceas. Pero se me está haciendo muy terrible, este "hacerme cargo", a pesar de que sé, en el fondo, que se trata de un "hacernos cargo", entre muchos, de nosotros... Tantas cosas, tantas ideas, un remolino... Ahora, descansar.